Las bicicletas son resistentes y duraderas gracias a sus materiales, pero esto no implica que tenga algunas partes delicadas que se deben limpiar de vez en cuando para que la arena y el polvo no se adhieran a los lubricantes y nos provoquen una avería.
Equipo de limpieza necesario:
- Cubo
- Esponja
- Desengrasante
- Trapo
- Cepillo de pelo duro
- Limpiador de casete
Una vez tenemos todos los instrumentos necesarios comenzamos desmontando las ruedas para echar desengrasante en el eje pedalier, la cadena y los cambios delanteros y traseros. Si haciendo esto ves que todavía quedan restos de lubricante o suciedad, coge una esponja sumergida en agua caliente y limpia todas las partes con ella.
Después, con el limpiador de casete eliminamos la suciedad acumulada entre las coronas. Para mejorar esa limpieza, podéis utilizar un cepillo que rasque todas las coronas para que el desengrasante llegue a los espacios intermedios. Deja unos minutos el desengrasante actuando y después elimínalo con agua y jabón.
Ahora limpia los neumáticos con un cepillo más grande entre los radios y el buje. Luego acláralo con agua.
Para el resto de la bicicleta puedes coger la esponja de nuevo y pasarla empezando siempre por la parte superior.
¡Nos vemos el lunes que viene con otro consejo para tu bicicleta!
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